Escenarios del Vaso de Alabastro
3 Escenas de Mateo 26
1: La Voluntad del Hombre Versus la Voluntad de Dios
Mateo nos cuenta que esta escena del vaso de alabastro toma lugar mientras Jesús está en Betania, en casa de Simón el Leproso. Esto ocurre justo al mismo tiempo en que los principales sacerdotes, los escribas y los ancianos de los judíos tienen un plan maestro para matar a Jesús. Observe cómo NO quieren hacer eso hasta DESPUÉS de la Fiesta de la Pascua:
Mateo 26:4-5 Y tuvieron consejo para prender con engaño a Jesús, y matarle. Pero decían: “NO durante la fiesta, para que no se haga alboroto en el pueblo.”
En contraste, Jesús les dijo a sus discípulos que en dos días sería crucificado en la Pascua (Mateo 26:1-2). Era la voluntad predeterminada de Dios desde antes de la fundación del mundo que Jesús fuera el Cordero de Dios para toda la humanidad (1 Pedro 1:19-20). Incluso a pesar de los malvados planes de todos estos líderes religiosos, ¡la voluntad de Dios prevaleció y triunfó! Jesús, el verdadero Cordero Pascual (1 Cor 5:7), es sacrificado por nosotros en el momento perfecto: ¡justo el día de la Pascua! ¡Qué maravillosamente perfecto!
2: Jesús Encuentra un Leproso al Principio y al Fin de Su Ministerio
Tocar y sanar a un leproso es el primer milagro de Jesús del que Mateo describe en su Evangelio. Es muy interesante que Mateo 26 explique que la última persona que Jesús visitó antes de su crucifixión fue Simón el Leproso (quien probablemente había sido sanado por Jesús).
Considere también que todos los líderes religiosos y los judíos devotos de la tierra estaban muy ocupados limpiando sus cuerpos para celebrar la Pascua. En contraste, Jesús, el verdadero Cordero Pascual, lleva Su cuerpo al lugar más impuro imaginable: ¡la casa de un leproso! Además, el sacrificio final de Jesús de su cuerpo en la cruz proporcionó la limpieza más importante de todas: “…la Sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado” (1 Juan 1:7). ¡Qué asombroso!
3: Regalos al Principio y Fin de la Vida de Jesús en la Tierra
Mateo nos cuenta cómo los Magos vinieron a adorar y ofrecer al niño Jesús tres regalos muy costosos. En Mateo 26, vemos otro regalo muy costoso dado a Jesús justo antes de que su vida terrenal termine en la Cruz. Se trata de un vaso de alabastro que María quebrantó para derramar todo su contenido, un aceite muy caro y fragante, sobre la cabeza y el cuerpo de Jesús (lea también a Marcos 14:3-9 y Juan 12:1-8):
Mateo 26:12-13
Porque al derramar este perfume sobre Mi cuerpo, lo ha hecho a fin de prepararme para la sepultura.
De cierto os digo que dondequiera que se predique este Evangelio, en todo el mundo, también se contará lo que ésta ha hecho, para memoria de ella.
Padre Celestial, ¡gracias por enviar a Jesús, el verdadero Cordero Pascual para ser sacrificado por nosotros (1 Cor 5:7)! Cuando descubro en Tu Palabra cuán perfectamente organizaste todos estos sorprendentes detalles para proveer una salvación tan rica y plena, Encuentro una gran seguridad al saber que Tú no tendrás ningún problema en ordenar perfectamente los detalles de mi vida, mientras te entrego mi voluntad.
Querido Jesús, al igual que María, quebranto el vaso de alabastro de mi vida ante Ti en un acto de amor, adoración y entrega completa. ¡Gracias por ser mi Salvador, Redentor y Señor!
Espíritu Santo, mientras derramo la caja de alabastro de mi vida en la Cruz, gracias por transformarme y empoderarme a mí y a mi testimonio (Hechos 1:8). Haz que la fragancia de Cristo fluya dentro y a través de mí para que otros puedan ser atraídos a Jesús tal como lo promete la Palabra de Dios:
2 Corintios 2:14
Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento.
En el Nombre de Jesús, Amen.
