
¡OJO con el Libro de Apocalipsis!
Es común escuchar a los cristianos evitar el libro de Apocalipsis. A menudo, las razones suenan lógicas al principio:
«¿Por qué estudiar eventos futuros, aterradores y distantes? Jesús dijo: “…no os preocupéis por el día de mañana, porque el día de mañana se cuidará de sí mismo…” (Mateo 6:34).»
«He nacido de nuevo, soy salvo del infierno, y mi nombre está en el Libro de la Vida. Rapto, o no Rapto, me voy al cielo y eso es todo lo que me importa. Como dice el dicho, “Ojos que no ven, corazón que no siente.”»
«El libro de Apocalipsis es tan simbólico y confuso que es difícil de entender, y las muchas interpretaciones contradictorias lo hacen aún más complicado. Prefiero enfocarme en lo que Pablo enfatizó: no saber nada, sino a “Cristo, y a este crucificado” (1 Corintios 2:2).»
Estos argumentos pueden sonar lógicos e incluso bíblicos, pero en realidad son una interpretación errónea de las Escrituras. Si Dios, el Autor de la Biblia, consideró apropiado “soplar” el libro de Apocalipsis a través de la pluma de Juan para incluirlo en Su Santa Palabra, entonces nuestra única respuesta como cristianos nacidos de nuevo debe ser: “Sí y Amén” (2 Corintios 1:20). Es la Palabra de nuestro Padre Celestial y una carta de amor escrita directamente para nosotros. La leeremos, la estudiaremos, la oraremos y atesoraremos cada una de sus palabras.
Hay un dicho de hace años que resume a la perfección la postura de un creyente sobre la Biblia:
“Dios lo dijo.
Yo lo creo.
Y ¡con eso basta!”
Aquí está el porqué NUNCA debemos evitar este libro de Apocalipsis, tan poderosamente bendecido, y todas las otras enseñanzas Bíblicas sobre los Eventos de los Últimos Tiempos:
Punto 1: “No Te Preocupes” No Se Aplica
Cuando Jesús dijo, “…no os preocupéis por el día de mañana,” se refería a las ansiedades de la vida diaria, no a ignorar la profecía Bíblica. La prueba de esto se encuentra en los Evangelios, que están llenos de las enseñanzas de Jesús sobre los últimos tiempos.
Aunque el libro de Apocalipsis contiene algunas descripciones proféticas del futuro muy oscuras y sombrías, también proclama el mensaje de esperanza más brillante y claro de toda la Biblia. Nos da un vistazo futuro de la derrota de Satanás y del triunfo final de Jesús. ¡Incluso describe nuestro hogar futuro por toda la eternidad! ¡Wow!
Estudiar los eventos futuros descritos en la Biblia, especialmente en Apocalipsis, no se trata en absoluto de preocuparse; se trata de preparación, de galardones eternas y de nuestra gloriosa esperanza en Cristo:
Hebreos 11:6
Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es GALARDONADOR de los que le buscan.
Apocalipsis 22:12
He aquí yo vengo pronto, y mi GALARDÓN conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra.
2 Timoteo 4:8
Por lo demás, me está guardada la CORONA de JUSTICIA, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.
Punto 2: La Ignorancia No Es Felicidad
La Biblia es la guía del cristiano, muy parecida a un GPS. Imagina que vas en un coche con un conductor perdido que se niega a usar un mapa o a preguntar por direcciones. Qué frustrante sería, ¿verdad?
El apóstol Pablo no toleraba la ignorancia. Él dijo en varias de sus epístolas: “No quiero que seáis ignorantes.” A los tesalonicenses se refirió específicamente a la Venido de Cristo:
1 Tesalonicenses 4:13
Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza.
Y Pablo debió haber hecho un excelente trabajo enseñándoles. Mira cómo felicita a esta iglesia:
1 Tesalonicenses 5:1-2 Pero acerca de los tiempos y de las ocasiones, no tenéis necesidad, hermanos, de que yo os escriba. Porque vosotros SABÉIS PERFECTAMENTE que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche.
Respecto a la venida del Señor Jesús, el apóstol Pedro también se pronunció en contra de la ignorancia:
2 Pedro 3:3-9 Sabiendo primero esto, que en los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias, y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento? Estos IGNORAN VOLUNTARIAMENTE... Mas, NO IGNORÉIS esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.
En lugar de ser ignorantes, Dios quiere que sus seguidores busquen y estudien su Palabra. Él incluso llama a este deseo “más nobles”, ya que es una cualidad que Él valora mucho:
Hechos 17:11
Y éstos eran MÁS NOBLES que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así.

Jesús dijo que usaba parábolas con las multitudes para que Su mensaje solo lo entendieran aquellos que eligieran acercarse a Él y hacerle preguntas, como vemos que hacían los discípulos (Marcos 4:10-11, 33-34).
Aquellos que NO son “más nobles” simplemente se saltarán las partes de la Biblia que no comprenden de inmediato sin siquiera pensar en pedirle a Jesús mayor entendimiento. Pero los “más nobles” to
Mira este desafío a los “reyes” (los “más nobles”):
Proverbios 25:2
Gloria de Dios es encubrir un asunto;
Mas honra del rey es escudriñarlo.

Sí, Dios esconde cosas, NO DE NOSOTROS, sino PARA NOSOTROS; es decir, para el cristiano “más noble” que valora y atesora cada palabra en la Biblia, desde Génesis hasta Apocalipsis. Ellos saben que toda la Escritura es “inspirada por Dios” y es “…útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia…” (2 Timoteo 3:16).
Punto 3: A Dios Le Encanta Responder Preguntas

La idea de que el libro de Apocalipsis es “demasiado confuso” es una excusa pobre para evitar estudiarlo. Como el apóstol Pedro reconoció, algunas de las enseñanzas de Pablo, incluyendo las de los últimos tiempos, son de hecho “difíciles de entender” (2 Pedro 3:15-16). Sin embargo, la dificultad de un tema no es razón para dejar de buscar la verdad.
A medida que “consideramos” (leemos, estudiamos y meditamos) la Palabra de Dios, Él nos dará claridad. La promesa de Pablo a Timoteo es un ánimo para nosotros:
2 Timoteo 2:7
Considera lo que digo, y el Señor te dé entendimiento en todo.
A Dios le agrada tanto que le hagamos preguntas, que envió al Espíritu Santo, un Maestro personal, para que viva dentro de cada creyente. Jesús prometió: “el Espíritu de verdad… os guiará a toda la verdad” (Juan 16:13) y “el Espíritu Santo… os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho” (Juan 14:26).
Sin embargo, para recibir esta seguridad de ser guiados a “toda la verdad”, debemos:
(a) Estudiar la Biblia Entera, No Solo Partes
El Espíritu Santo no puede recordarte algo si nunca lo has leído o escuchado. Este es un prerrequisito práctico y lógico para la obra del Espíritu Santo de traer a la memoria la Escritura.
(b) Estar Dispuestos a Hacer Su Voluntad
Jesús dijo: “El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta” (Juan 7:17). Este versículo subraya que el entendimiento espiritual está conectado al deseo y la disposición de una persona para obedecer a Dios. Sin la voluntad de hacer la voluntad de Dios, una persona podría no ser capaz de discernir lo que es la Verdad de Dios de lo que es una “interpretación privada” humana:
2 Pedro 1:20-21
Entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada,
Porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.
La Biblia no es producto de la invención humana, sino una revelación divinamente inspirada. Por extensión, este principio se aplica a nuestra propia lectura de la Escritura: el verdadero entendimiento viene de buscar el significado que Dios le dio, no de imponer nuestras propias ideas.
Punto 4: Una Fe Madura Se Edifica Sobre Las Siete Fundaciones Doctrinales
La enseñanza de Pablo no se detuvo en “Cristo y Él crucificado”. Si bien ese mensaje es absolutamente central, él continuó instruyendo a los creyentes en muchas otras doctrinas esenciales, especialmente en los detalles sobre los Eventos de los Tiempos del Fin.
Hebreos 5:11-15 reprende a los creyentes que solo quieren tener enseñanzas de “leche” y no el “alimento sólido” de la Palabra. El próximo capítulo continúa sentando siete doctrinas fundamentales necesarias para la madurez cristiana:
Hebreos 6:1-3 Por tanto, dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos adelante a la perfección; no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras muertas, de la fe en Dios, De la doctrina de bautismos, de la imposición de manos, de la resurrección de los muertos y del juicio eterno. Y esto haremos, si Dios en verdad lo permite.
Las últimas dos de estas siete doctrinas —”resurrección de los muertos” y “juicio eterno”— son directamente sobre los Tiempos del Fin y, por lo tanto, incluirían, por necesidad, el libro de Apocalipsis.
Cristo es la Roca de nuestro fundamento (1 Corintios 3:10-11), y las SIETE de estas enseñanzas deben ser colocadas con precisión sobre esa Roca ANTES de que cualquier obra de construcción sobre el suelo pueda comenzar y crecer hasta la “perfección”, como nos desafía Hebreos.
Punto Extra: ¡Una Razón Más Para Leer el Apocalipsis!
No es de extrañar que Satanás se esfuerce tanto para que la gente no lea el Libro de Apocalipsis. Este libro es de vital importancia para los cristianos, y su mensaje sobre la derrota final del mal es una amenaza directa para nuestro adversario, el diablo. Es probable que, debido al intenso odio de Satanás por el Apocalipsis, el Espíritu Santo inspirara una promesa especial en su primer capítulo:
Apocalipsis 1:3
BIENAVENTURADO el que LEE, y los que OYEN las palabras de esta profecía, y GUARDA las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca.
¡Asombroso! El único libro de la Biblia que pronuncia una bendición especial solo para aquellos que LEEN, OYEN y GUARDAN [atesoran y aprecian] las palabras de este precioso libro.
¡Abracemos este precioso Libro por todas las bendiciones que nos son destinadas en él! Este bendito Libro es una guía para la preparación, no una razón para la preocupación. Leerlo es esencial para una fe madura y un entendimiento más profundo de la Palabra completa de Dios y Su Propósito Eterno para nosotros.
Entonces, no es “¡Ojo con el Libre de Apocalipsis!”,
sino “¡Ojo en el Libro de Apocalipsis!”
Apocalipsis 22:20
El que da testimonio de estas cosas dice:
Ciertamente vengo en breve.
Amén; sí, ven, Señor Jesús.
